17 de Enero, 2017
Cuando el perro sufre de inmovilidad o dificultad para mover las patas traseras, hay que estar muy atento y llevarlo rápidamente a un especialista en le tema..
El perro frecuentemente está manifestando una hernia discal, que puede advertirse a través de los siguientes sÃntomas:
*Dolor
*Falta de coordinación en los movimientos
*Alteración del tono muscular
*Disminución de la fuerza
*El perro deja de caminar o se arrastra (Foto 1)
*Dificultad para mantener el equilibrio
*Pérdida de sensibilidad en la zona afectada y extremidades
*Problemas para realizar sus necesidades (Foto 2)
*Adopta posturas antiálgicas
*Arquea la espalda y mantiene baja la cabeza
Si detectamos en nuestra mascota cualquiera de estos sÃntomas debemos acudir de forma urgente al veterinario para que verifique de qué trastorno patológico se trata.
*Grado I: TodavÃa no se han producido daños neurológicos, por lo que el perro experimenta dolor y una ligera irritación, pero sin perder la movilidad de las patas.
*Grado II: La hernia empieza a comprimir la médula y, por ende, aparecen las primeras lesiones neurológicas. En este punto, el can seguirá caminando pero con dificultades, mostrando una pérdida del equilibrio o la posición.
*Grado III: Los daños neurológicos empiezan a adquirir un carácter más grave debido a la elevada compresión de la médula. El perro presentará una parálisis leve, denominada paresia, de una de las patas traseras o ambas que no le permitirá caminar adecuadamente.
*Grado IV: La parálisis empeora y el can empieza a mostrar indicios de retención urinaria.
*Grado V: Es el más grave. A la parálisis y la retención urinaria se le suma una profunda pérdida de la sensibilidad de los miembros afectados.
Tratamiento. Como hemos mencionado anteriormente la operación es el tratamiento de primera lÃnea para los grados III, IV y V, para los grados I y II existen dos opciones más que pueden ayudar a tratar la hernia discal de tu perro, conocidos clÃnicamente como tratamientos de conservación:
El primer tratamiento consiste en el reposo absoluto del paciente. Para asegurar una adecuada recuperación, se deberá dejar reposar al perro durante un mes en jaula. De esta forma, al estar nuestra mascota sometida a condiciones de inmovilidad se facilita la desinflamación de los tejidos, se puede corregir la posición de las estructuras de la columna vertebral y como consecuencia finalmente el dolor disminuye y se favorece una evolución positiva. No obstante, en función del nivel de actividad del can afectado, del tamaño y su carácter, es posible que no puedas optar por este método y debas ser tú quien garantice que el can realiza de forma estricta el reposo que necesita, prestándole toda la atención que requiera y cuidados. Aunque el uso de la jaula pueda parecer una medida extrema, en ocasiones es la única que puede ofrecer un buen resultado. Sin embargo, siempre recomendamos que consultes con el veterinario antes de tomar cualquier decisión y sea él quien te indique qué método seguir y cómo llevarlo a cabo.
También puedes ofrecer analgésicos y antiinflamatorios, aunque estos fármacos presentan el riesgo de permitir un mayor movimiento, lo que podrÃa empeorar la hernia discal a consecuencia de un estado inflamatorio agravado debido a que el animal ha podido recuperar gran parte de su movimiento pero sigue padeciendo un trastorno en la columna vertebral. Por ello, se deben proporcionar siempre siguiendo las instrucciones del veterinario y jamás suministrar al animal ningún tipo de medicamento por cuenta propia.
Si en un periodo de una semana no se ha observado ninguna mejorÃa o bien el animal ha sufrido algún tipo de agravación, se debe operar sin mayor demora.
El veterinario deberá diagnosticar el tipo de hernia discal, para lo que empleará distintas pruebas, ya que con una radiografÃa no es suficiente, por lo que se puede optar por realizar una mielografÃa, que es una técnica que permite ver el estado de la médula a través de un contraste, aunque la TomografÃa Computarizada, como método de elección (Foto 3, Foto 4 y Foto 5)....
Es el periodo en el que el animal se encuentra receptivo sexualmente y posee la capacidad de reproducirse.
Se viene la época de pulgas y garrapatas. Comencemos con la prevención.
Es muy importante la concientización al momento de tener una mascota.
Sugerencia a tener en cuenta para que la convivencia sea placentera.